Hace unos días adelanté la fecha de la presentación del libro El uso temporal de los vacíos urbanos, que tiene lugar hoy. El libro ya está disponible en la librería de la Diputación de Barcelona en su versión en catalán y castellano.
El libro se inicia con una introducción que preparé en su momento y, aunque sucinta, espero que capte el objetivo con el que preparamos tanto el curso como esta publicación. Era finales de 2014 pero todo sigue siendo válido. Si acaso, podríamos pensar en añadir mayor variedad de tipologías de proyectos o incidir en más contradicciones o debates alrededor del uso temporal, la recuperación de los vacíos, las tensiones en la institucionalización, etc. Aún así, creo que es un compendio amplio y ambicioso que espero sea de utilidad.
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Es fácil acordarse de vez en cuando del comienzo de Historia de dos ciudades, el fantástico libro de Charles Dickens, y quizá ya es un lugar común demasiado socorrido, pero no podemos evitar pensar en aquellas palabras al situar el contexto en el que surge este libro:“Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos, la edad de la sabiduría, y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación. Todo lo poseíamos, pero no teníamos nada; caminábamos en derechura al cielo y nos extraviábamos por el camino opuesto.” Tiempos de políticas de austeridad y tiempos de cambios políticos, dos procesos en los que se inserta el curso que ha dado origen al presente libro.
Años de políticas de ajuste, recortes y protestas sociales han marcado las políticas urbanas, pero también han hecho emerger nuevos movimientos urbanos y florecer dinámicas que reclaman un tiempo nuevo para las personas y para el municipalismo. El curso La utilización temporal de los vacíos urbanos, organizado por la Diputación de Barcelona junto con el Consorcio Universidad Internacional Menéndez Pelayo – Centre Ernest Lluch en noviembre de 2014 se situaba en este escenario con el objetivo de analizar las prácticas urbanas transitorias desde una perspectiva crítica.
La cuestión de la permanencia y la temporalidad del urbanismo y las ciudades es una tensión constante. Peter Bishop, uno de los conferenciantes y autor de uno de los capítulos de este libro, insistió en entender los proyectos temporales o de reclamación transitoria de la ciudad como una cuestión propia del uso de las ciudades en cualquiera de sus épocas. Ya sea en forma de adaptaciones ad hoc, de ocupaciones, de usos informales, de actividades fugaces o de reclamaciones prácticas del espacio público, la ciudad es una sucesión de actos y proyectos que adaptan la materialidad de la ciudad a las necesidades. Sin embargo, el renovado interés por las prácticas urbanas que buscan la activación de espacios y recursos urbanos de diferente signo para dotarlos de actividad más o menos transitoria nos apunta a dos realidades actuales: la existencia de vacíos y ruinas como resultado de la crisis económica y el florecimiento del activismo urbano en torno a espacios de conflicto y con la aspiración de reclamar la capacidad de organización colectiva para el ensanchamiento del derecho a la ciudad y el derecho a infraestructurar la ciudad.
Ambos procesos han confluido en una nueva generación de proyectos urbanos que, desde diferentes perspectivas, formas de organización, relación con las instituciones o motivaciones, están explorando los límites de la posibilidad de introducir usos temporales para espacios en el limbo de una expectativa de uso que no cumplen. La proliferación de proyectos en los últimos tiempos que apelan a la reutilización más o menos transitoria de espacios, edificios o equipamientos en el limbo de unas expectativas planificadas no cumplidas ha construido una celebrada tendencia urbana. De límites porosos y emparentada con conceptos conexos (desde el urbanismo táctico a la ocupación, la utilización temporal de vacíos urbanos se ha extendido como práctica urbana con objetivos de contestación y reclamación, con vocación espectacularizante y performativa o incluso como respuesta institucional, acogiendo así a modelos de intervención, finalidades y modelos de gestión y financiación de muy diferente signo.
La propuesta del curso y su resultado en forma de esta publicación partía de dos inquietudes. Por un lado, el reconocimiento de proyectos y actitudes respecto al cuidado de la ciudad construida de proyectos que (y sus protagonistas) que ahora parecen disfrutar del favor de la agenda institucional cuando hasta hace bien poco, durante la fase expansiva anterior a la crisis, fueron vistos como outsiders. Surge así una hipótesis de partida: ahora que no hay dinero para las grandes inversiones en la ciudad, esta proliferación podría ser sólo una respuesta de urgencia y no un cuestionamiento profundo de las dinámicas que realmente hacen ciudad. Por otro lado, queríamos aprovechar la oportunidad de plantear críticamente algunas contradicciones presentes en este contexto de iniciativas tan diversas. Esta apuesta se manifiesta en contribuciones que en unos casos atienden a cuestiones prácticas a la hora de dar soporte o impulsar este tipo de iniciativas, incluyendo tanto perspectivas jurídicas como visiones sobre los modelos de sostenimiento de la gestión de este tipo de procesos, pero que en otros casos remiten a interrogantes más profundos. Estamos ante un libro que quiere desbordar la fase celebratoria para situar desde la experiencia de proyectos concretos y desde sus diferentes agentes (activistas sociales, productores culturales, colectivos de arquitectos y otros profesionales relacionados con la ciudad, gestores políticos y técnicos,…) algunos elementos críticos sobre el significado de esta dinámica de la reutilización temporal de espacios en la ciudad.
Estas preguntas razonables están presentes a lo largo del texto pero podemos apuntar aquí algunas de ellas: el manejo de la incertidumbre de proyectos urbanos con una clara vocación de aportar valor social pero que se desarrollan en condiciones inestables; el riesgo de desarrollar estos proyectos en condiciones de precariedad profesional porque puedan ser la única forma de acceder a la actividad de sus implicados; el equilibrio entre el ensanchamiento de la capacidad y la iniciativa ciudadana frente a la retirada de las instituciones públicas a la hora de dar respuesta a las necesidades sociales; derivado de lo anterior, los límites entre la acción autónoma y la espontaneidad inherente a muchos de estos proyectos y la pulsión por institucionalizar como forma de dignificación, de domesticación o de control, según los casos; la capacidad real de las instituciones para transformar sus procedimientos, su cultura y sus principios de funcionamiento para entender y acompasar las transformaciones socio-culturales que están detrás de estas prácticas; el riesgo de convertir estas prácticas en entretenimientos y no como medios para buscar cambios más profundos, estables y estratégicos en la forma de hacer ciudad y trascender así lo local y lo anecdótico; derivado de lo anterior, la distancia entre las prácticas concretas y su capacidad de incidir en el urbanismo vigente y las políticas públicas; las condiciones a construir para poder aprovechar la emergencia de estas prácticas para abrir un debate no dicotómico y constructivo entre los diferentes intereses y posiciones implicadas; etc.
No se agotan aquí los debates de fondo presentes en este escenario. Las diferentes contribuciones incluidas en esta publicación tratan de situarse en contradicciones de este tipo. El primer bloque de capítulos, aportados por Peter Bishop, Francesc Muñoz, Alison Killing, Mara Ferreri, navega entre la contextualización y justificación del renovado interés por los usos transitorios en la ciudad, y las limitaciones conceptuales y prácticas de diferentes experiencias. Por su parte, el bloque dedicado a los aspectos jurídicos, si bien puede resultar de naturaleza técnica por su propia naturaleza, implica un acercamiento realista y propositivo a la vez a una cuestión que muchas veces ha sido arrinconada en estos debates por más que sea un elemento absolutamente sustancial. El bloque de contribuciones dedicado a la esfera de la gobernanza trata de ser una exploración sobre el significado de este tipo de proyectos en términos de empoderamiento comunitario teniendo presentes los interrogantes sobre el riesgo de explotación de la austeridad, precariedad y la tensión entre la acción cívica, lo público y los bienes comunes urbanos. Estas contradicciones están presentes en lo que hemos denominado las visiones sectoriales del urbanismo transitorio, un conjunto de artículos que, sin ánimo de ser exhaustivo, quiere ofrecer una mirada a la vinculación de la transitoriedad urbana con otras dinámicas como las nuevas formas de promoción económica local, el urbanismo o las prácticas artísticas en el espacio público.
La mayor parte de estas contribuciones están realizadas desde la experiencia en primera persona de sus autores o la cercanía práctica a dinámicas de este tipo. Se unen así al último bloque de contenidos, centrado específicamente en ilustrar de manera realista la lectura que diferentes tipologías de agentes realizan de su involucración en proyectos de este tipo. En ellas encontraremos las incertidumbres, convicciones y pistas para explorar hacia dónde puede avanzar la ciudad transitoria para contribuir a un ensanchamiento de la ciudad como espacio de posibilidades.
El libro se inicia con una introducción que preparé en su momento y, aunque sucinta, espero que capte el objetivo con el que preparamos tanto el curso como esta publicación. Era finales de 2014 pero todo sigue siendo válido. Si acaso, podríamos pensar en añadir mayor variedad de tipologías de proyectos o incidir en más contradicciones o debates alrededor del uso temporal, la recuperación de los vacíos, las tensiones en la institucionalización, etc. Aún así, creo que es un compendio amplio y ambicioso que espero sea de utilidad.
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Es fácil acordarse de vez en cuando del comienzo de Historia de dos ciudades, el fantástico libro de Charles Dickens, y quizá ya es un lugar común demasiado socorrido, pero no podemos evitar pensar en aquellas palabras al situar el contexto en el que surge este libro:“Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos, la edad de la sabiduría, y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación. Todo lo poseíamos, pero no teníamos nada; caminábamos en derechura al cielo y nos extraviábamos por el camino opuesto.” Tiempos de políticas de austeridad y tiempos de cambios políticos, dos procesos en los que se inserta el curso que ha dado origen al presente libro.
Años de políticas de ajuste, recortes y protestas sociales han marcado las políticas urbanas, pero también han hecho emerger nuevos movimientos urbanos y florecer dinámicas que reclaman un tiempo nuevo para las personas y para el municipalismo. El curso La utilización temporal de los vacíos urbanos, organizado por la Diputación de Barcelona junto con el Consorcio Universidad Internacional Menéndez Pelayo – Centre Ernest Lluch en noviembre de 2014 se situaba en este escenario con el objetivo de analizar las prácticas urbanas transitorias desde una perspectiva crítica.
La cuestión de la permanencia y la temporalidad del urbanismo y las ciudades es una tensión constante. Peter Bishop, uno de los conferenciantes y autor de uno de los capítulos de este libro, insistió en entender los proyectos temporales o de reclamación transitoria de la ciudad como una cuestión propia del uso de las ciudades en cualquiera de sus épocas. Ya sea en forma de adaptaciones ad hoc, de ocupaciones, de usos informales, de actividades fugaces o de reclamaciones prácticas del espacio público, la ciudad es una sucesión de actos y proyectos que adaptan la materialidad de la ciudad a las necesidades. Sin embargo, el renovado interés por las prácticas urbanas que buscan la activación de espacios y recursos urbanos de diferente signo para dotarlos de actividad más o menos transitoria nos apunta a dos realidades actuales: la existencia de vacíos y ruinas como resultado de la crisis económica y el florecimiento del activismo urbano en torno a espacios de conflicto y con la aspiración de reclamar la capacidad de organización colectiva para el ensanchamiento del derecho a la ciudad y el derecho a infraestructurar la ciudad.
Ambos procesos han confluido en una nueva generación de proyectos urbanos que, desde diferentes perspectivas, formas de organización, relación con las instituciones o motivaciones, están explorando los límites de la posibilidad de introducir usos temporales para espacios en el limbo de una expectativa de uso que no cumplen. La proliferación de proyectos en los últimos tiempos que apelan a la reutilización más o menos transitoria de espacios, edificios o equipamientos en el limbo de unas expectativas planificadas no cumplidas ha construido una celebrada tendencia urbana. De límites porosos y emparentada con conceptos conexos (desde el urbanismo táctico a la ocupación, la utilización temporal de vacíos urbanos se ha extendido como práctica urbana con objetivos de contestación y reclamación, con vocación espectacularizante y performativa o incluso como respuesta institucional, acogiendo así a modelos de intervención, finalidades y modelos de gestión y financiación de muy diferente signo.
La propuesta del curso y su resultado en forma de esta publicación partía de dos inquietudes. Por un lado, el reconocimiento de proyectos y actitudes respecto al cuidado de la ciudad construida de proyectos que (y sus protagonistas) que ahora parecen disfrutar del favor de la agenda institucional cuando hasta hace bien poco, durante la fase expansiva anterior a la crisis, fueron vistos como outsiders. Surge así una hipótesis de partida: ahora que no hay dinero para las grandes inversiones en la ciudad, esta proliferación podría ser sólo una respuesta de urgencia y no un cuestionamiento profundo de las dinámicas que realmente hacen ciudad. Por otro lado, queríamos aprovechar la oportunidad de plantear críticamente algunas contradicciones presentes en este contexto de iniciativas tan diversas. Esta apuesta se manifiesta en contribuciones que en unos casos atienden a cuestiones prácticas a la hora de dar soporte o impulsar este tipo de iniciativas, incluyendo tanto perspectivas jurídicas como visiones sobre los modelos de sostenimiento de la gestión de este tipo de procesos, pero que en otros casos remiten a interrogantes más profundos. Estamos ante un libro que quiere desbordar la fase celebratoria para situar desde la experiencia de proyectos concretos y desde sus diferentes agentes (activistas sociales, productores culturales, colectivos de arquitectos y otros profesionales relacionados con la ciudad, gestores políticos y técnicos,…) algunos elementos críticos sobre el significado de esta dinámica de la reutilización temporal de espacios en la ciudad.
Estas preguntas razonables están presentes a lo largo del texto pero podemos apuntar aquí algunas de ellas: el manejo de la incertidumbre de proyectos urbanos con una clara vocación de aportar valor social pero que se desarrollan en condiciones inestables; el riesgo de desarrollar estos proyectos en condiciones de precariedad profesional porque puedan ser la única forma de acceder a la actividad de sus implicados; el equilibrio entre el ensanchamiento de la capacidad y la iniciativa ciudadana frente a la retirada de las instituciones públicas a la hora de dar respuesta a las necesidades sociales; derivado de lo anterior, los límites entre la acción autónoma y la espontaneidad inherente a muchos de estos proyectos y la pulsión por institucionalizar como forma de dignificación, de domesticación o de control, según los casos; la capacidad real de las instituciones para transformar sus procedimientos, su cultura y sus principios de funcionamiento para entender y acompasar las transformaciones socio-culturales que están detrás de estas prácticas; el riesgo de convertir estas prácticas en entretenimientos y no como medios para buscar cambios más profundos, estables y estratégicos en la forma de hacer ciudad y trascender así lo local y lo anecdótico; derivado de lo anterior, la distancia entre las prácticas concretas y su capacidad de incidir en el urbanismo vigente y las políticas públicas; las condiciones a construir para poder aprovechar la emergencia de estas prácticas para abrir un debate no dicotómico y constructivo entre los diferentes intereses y posiciones implicadas; etc.
No se agotan aquí los debates de fondo presentes en este escenario. Las diferentes contribuciones incluidas en esta publicación tratan de situarse en contradicciones de este tipo. El primer bloque de capítulos, aportados por Peter Bishop, Francesc Muñoz, Alison Killing, Mara Ferreri, navega entre la contextualización y justificación del renovado interés por los usos transitorios en la ciudad, y las limitaciones conceptuales y prácticas de diferentes experiencias. Por su parte, el bloque dedicado a los aspectos jurídicos, si bien puede resultar de naturaleza técnica por su propia naturaleza, implica un acercamiento realista y propositivo a la vez a una cuestión que muchas veces ha sido arrinconada en estos debates por más que sea un elemento absolutamente sustancial. El bloque de contribuciones dedicado a la esfera de la gobernanza trata de ser una exploración sobre el significado de este tipo de proyectos en términos de empoderamiento comunitario teniendo presentes los interrogantes sobre el riesgo de explotación de la austeridad, precariedad y la tensión entre la acción cívica, lo público y los bienes comunes urbanos. Estas contradicciones están presentes en lo que hemos denominado las visiones sectoriales del urbanismo transitorio, un conjunto de artículos que, sin ánimo de ser exhaustivo, quiere ofrecer una mirada a la vinculación de la transitoriedad urbana con otras dinámicas como las nuevas formas de promoción económica local, el urbanismo o las prácticas artísticas en el espacio público.
La mayor parte de estas contribuciones están realizadas desde la experiencia en primera persona de sus autores o la cercanía práctica a dinámicas de este tipo. Se unen así al último bloque de contenidos, centrado específicamente en ilustrar de manera realista la lectura que diferentes tipologías de agentes realizan de su involucración en proyectos de este tipo. En ellas encontraremos las incertidumbres, convicciones y pistas para explorar hacia dónde puede avanzar la ciudad transitoria para contribuir a un ensanchamiento de la ciudad como espacio de posibilidades.
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