Ha pasado un año desde que empecé esta nueva etapa. Ha pasado rápido entre biberones y pañales y lo principal es que lo que me tomé como una transición se ha convertido en algo más estable. En este tiempo he podido implicarme en proyectos en los que realmente me apetecía estar en el poco tiempo que realmente me ha dejado hasta ahora esto de la conciliación y aprovecho la tranquilidad de agosto para recapitular un poco.
Por un lado, he tenido la oportunidad de dar conferencias sobre urbanismo adaptativo en Urretxu, Eibar, Málaga, Valencia o Roma, y sobre la relación de la tecnología en la ciudad en San Sebastián o Granada. De esto suelo dar cuenta en el blog, principalmente porque forma parte del proceso de preparación de contenidos, al obligarme a reorganizar ideas, revisar referencias usadas en posts o recomponer piezas que escritas en el blog quedan demasiado deslabazadas. Para mí sigue siendo estimulante por esto, porque abre una ventana para poder encontrarme con otra gente y para poner a prueba cosas que voy escribiendo y estructurando pero que sólo al decirlas en alto puedo comprobar si tienen sentido.
Lo que he compartido menos es los proyectos a los que he dedicado o estoy dedicando más tiempo y aquí van algunas líneas.
He estado trabajando unos meses en un proyecto para la Diputación de Barcelona en el marco de los grupos de trabajo técnico de apoyo a los gobiernos municipales. Uno de estos grupos, la mesa para la mejora urbana, se está centrando en el tema de los usos temporales de espacios vacíos y están trabajando en dotar a los municipios de un marco conceptual claro sobre estas prácticas, en las que convergen diferentes tradiciones y perspectivas, y ofrecer un conocimiento cercano sobre ejemplos que puedan ser ilustrativos y trasladables a los ayuntamientos. Con esta perspectiva, en abril desarrollamos un seminario inicial en el que además de hacer un primer planteamiento sobre tipologías y funciones, revisamos diferentes experiencias. A partir de ahí, la primera fase concluyó con la preparación de un estudio sobre usos temporales en espacios vacíos que aporta tanto una parte conceptual y de análisis de la capacidad de actuación desde las instituciones públicas como, sobre todo, un catálogo de experiencias de referencia. Para mí ha supuesto la oportunidad de sistematizar un poco el tema del urbanismo adaptativo y organizar las experiencias prácticas más interesantes, y ahora toca al grupo de trabajo bajarlo a las cuestiones más pragmáticas de cada realidad local para poder promover actuaciones de este tipo.
Como proyecto de más largo plazo está la colaboración con Tabakalera. Desde los primeros meses del año, empezamos a explorar la oportunidad de trabajar con la idea del urbanismo adaptativo como fórmula para acercar la actividad del centro mientras terminan las obras del edificio y como forma de explorar la relación del propio centro con el barrio, sus necesidades y sus agentes sociales. Un marco amplio de trabajo, indefinido en buena medida, pero haciéndose en el camino. Iniciamos un proceso de mapeo colectivo –EgiaMapa- que llevaron fantánsticamente desde Paisaje Transversal, como fórmula para identificar espacios infrautilizados capaces de acoger actividades del barrio y actividades de la programación de Tabakalera. Y ahora andamos preparando las actividades para el final del año, incluyendo un buen programa para la semana de la arquitectura en octubre. Para mí está siendo un gustazo trabajar con este margen de libertad y escapando de la consultoría para acercarme a acciones más de programación, mediación y exploración cultural. Pronto contaré más cosas de este programa que llamamos Trans¨itoak.
Por último, como en años anteriores, también estoy colaborando con Smart City Expo World Congress, facilitando a los servicios de comunicación información seleccionada sobre temas urbanos para poder alimentar sus canales de información.
De mientras, aprovecho también para seguir publicando en La Ciudad Viva de vez en cuando y esporádicamente en otros sitio como en European Metropolitan Institute, así como, novedad este año, en la sección de Ciudades Habitables de Comparte Innovación.
En los próximos meses también espero compartir algunos textos más extensos que estoy preparando y que aparecerán próximamente en forma de artículos. Por un lado, como resultado del trabajo realizado para la Diputación de Barcelona, se publicará próximamente Estrategias de reactivación transitoria de activos urbanos en desuso, una reflexión para comprender los beneficios de proyectos de reactivación temporal de activos (espacios públicos, equipamientos, edificios,…) en desuso y cómo alinearlos con las políticas locales. Junto a ello, en estas próximas semanas estaré terminado dos artículos más, uno de extensión limitada, sobre el papel de los ciudadanos en la smart city que se publicará en inglés (previsto para noviembre), y un artículo más extenso (que se publicará en diciembre) en el que me propongo diseccionar de manera más ordenada las principales debilidades del discurso más establecido sobre las smart cities.
También está abierto el tema de la tesis. Aún no tiene suficiente velocidad, pero espero poder contar más detalles en septiembre porque, entre otras cosas, me interesa que el proceso de investigación/redacción tenga una base online fuerte para poder crear un proceso abierto de trabajo.
También en este tiempo he estado implicado en el Smart City Exhibition 2013 Bologna como miembro del Steering Committee, así como en un proyecto como UrbanIxD como miembro del Advisory Board (de hecho, estaré en agosto en Split en el UrbanIxD Summer School).
Junto a esto, está el lanzamiento de la web Human Scale City. Sigo sin tener muy clara su utilidad, pero posiblemente sea una forma de sistematizar lo que hago o quiero hacer. Así que, de hecho, la web está ahora en obras y pronto podré presentar una nueva versión. Con un poco de suerte consigo explicar bien a qué me dedico, aunque me temo que no es problema de web sino que, realmente, no tengo ni idea y cada vez me preocupa menos.
Otro día comparto las perspectivas para los próximos meses.
Por un lado, he tenido la oportunidad de dar conferencias sobre urbanismo adaptativo en Urretxu, Eibar, Málaga, Valencia o Roma, y sobre la relación de la tecnología en la ciudad en San Sebastián o Granada. De esto suelo dar cuenta en el blog, principalmente porque forma parte del proceso de preparación de contenidos, al obligarme a reorganizar ideas, revisar referencias usadas en posts o recomponer piezas que escritas en el blog quedan demasiado deslabazadas. Para mí sigue siendo estimulante por esto, porque abre una ventana para poder encontrarme con otra gente y para poner a prueba cosas que voy escribiendo y estructurando pero que sólo al decirlas en alto puedo comprobar si tienen sentido.
Lo que he compartido menos es los proyectos a los que he dedicado o estoy dedicando más tiempo y aquí van algunas líneas.
He estado trabajando unos meses en un proyecto para la Diputación de Barcelona en el marco de los grupos de trabajo técnico de apoyo a los gobiernos municipales. Uno de estos grupos, la mesa para la mejora urbana, se está centrando en el tema de los usos temporales de espacios vacíos y están trabajando en dotar a los municipios de un marco conceptual claro sobre estas prácticas, en las que convergen diferentes tradiciones y perspectivas, y ofrecer un conocimiento cercano sobre ejemplos que puedan ser ilustrativos y trasladables a los ayuntamientos. Con esta perspectiva, en abril desarrollamos un seminario inicial en el que además de hacer un primer planteamiento sobre tipologías y funciones, revisamos diferentes experiencias. A partir de ahí, la primera fase concluyó con la preparación de un estudio sobre usos temporales en espacios vacíos que aporta tanto una parte conceptual y de análisis de la capacidad de actuación desde las instituciones públicas como, sobre todo, un catálogo de experiencias de referencia. Para mí ha supuesto la oportunidad de sistematizar un poco el tema del urbanismo adaptativo y organizar las experiencias prácticas más interesantes, y ahora toca al grupo de trabajo bajarlo a las cuestiones más pragmáticas de cada realidad local para poder promover actuaciones de este tipo.
Como proyecto de más largo plazo está la colaboración con Tabakalera. Desde los primeros meses del año, empezamos a explorar la oportunidad de trabajar con la idea del urbanismo adaptativo como fórmula para acercar la actividad del centro mientras terminan las obras del edificio y como forma de explorar la relación del propio centro con el barrio, sus necesidades y sus agentes sociales. Un marco amplio de trabajo, indefinido en buena medida, pero haciéndose en el camino. Iniciamos un proceso de mapeo colectivo –EgiaMapa- que llevaron fantánsticamente desde Paisaje Transversal, como fórmula para identificar espacios infrautilizados capaces de acoger actividades del barrio y actividades de la programación de Tabakalera. Y ahora andamos preparando las actividades para el final del año, incluyendo un buen programa para la semana de la arquitectura en octubre. Para mí está siendo un gustazo trabajar con este margen de libertad y escapando de la consultoría para acercarme a acciones más de programación, mediación y exploración cultural. Pronto contaré más cosas de este programa que llamamos Trans¨itoak.
Por último, como en años anteriores, también estoy colaborando con Smart City Expo World Congress, facilitando a los servicios de comunicación información seleccionada sobre temas urbanos para poder alimentar sus canales de información.
De mientras, aprovecho también para seguir publicando en La Ciudad Viva de vez en cuando y esporádicamente en otros sitio como en European Metropolitan Institute, así como, novedad este año, en la sección de Ciudades Habitables de Comparte Innovación.
En los próximos meses también espero compartir algunos textos más extensos que estoy preparando y que aparecerán próximamente en forma de artículos. Por un lado, como resultado del trabajo realizado para la Diputación de Barcelona, se publicará próximamente Estrategias de reactivación transitoria de activos urbanos en desuso, una reflexión para comprender los beneficios de proyectos de reactivación temporal de activos (espacios públicos, equipamientos, edificios,…) en desuso y cómo alinearlos con las políticas locales. Junto a ello, en estas próximas semanas estaré terminado dos artículos más, uno de extensión limitada, sobre el papel de los ciudadanos en la smart city que se publicará en inglés (previsto para noviembre), y un artículo más extenso (que se publicará en diciembre) en el que me propongo diseccionar de manera más ordenada las principales debilidades del discurso más establecido sobre las smart cities.
También está abierto el tema de la tesis. Aún no tiene suficiente velocidad, pero espero poder contar más detalles en septiembre porque, entre otras cosas, me interesa que el proceso de investigación/redacción tenga una base online fuerte para poder crear un proceso abierto de trabajo.
También en este tiempo he estado implicado en el Smart City Exhibition 2013 Bologna como miembro del Steering Committee, así como en un proyecto como UrbanIxD como miembro del Advisory Board (de hecho, estaré en agosto en Split en el UrbanIxD Summer School).
Junto a esto, está el lanzamiento de la web Human Scale City. Sigo sin tener muy clara su utilidad, pero posiblemente sea una forma de sistematizar lo que hago o quiero hacer. Así que, de hecho, la web está ahora en obras y pronto podré presentar una nueva versión. Con un poco de suerte consigo explicar bien a qué me dedico, aunque me temo que no es problema de web sino que, realmente, no tengo ni idea y cada vez me preocupa menos.
Otro día comparto las perspectivas para los próximos meses.
¡Grande Manu! Enhorabuena por esta nueva etapa y un lujazo haber compartido (y estar compartiendo) una parcela de ella contigo. ¡Seguimos!
ResponderEliminar¡Qué de cosas interesantes Manu!
ResponderEliminarMe alegro un montón de recibir estas noticias! Un fuerte abrazo y espero que nos encontremos por el camino.