Se inaugura hoy 16 de marzo y estará abierta hasta finales de 2011, así que es tiempo suficiente para que me pueda pasar por allí. Juan Freire ha participado como asesor de contenidos y comisario científico y se presenta así:
Evolucionar hacia formas de vida sostenibles requiere forzosamente cuestionar nuestros propios principios culturales y poner en duda un modelo de desarrollo humano entendido únicamente como crecimiento. En este sentido, la exposición está concebida como un lugar donde es posible plantearse preguntas y entablar una discusión dentro de un ambiente cercano que fomente la reflexión y el intercambio de opiniones.
Sin embargo, una exposición que simplemente invita a la reflexión, sería una exposición incompleta. No basta con concienciar sobre la necesidad de cambio, también es necesario proporcionar a los visitantes las herramientas necesarias para que puedan pasar a la acción y tomar parte en la transformación de la ciudad actual.
En este sentido, Ciudades habitables, ciudades de futuro, pretende acercar al público el discurso de la sostenibilidad desde la práctica, mostrando soluciones concretas, logros visibles que puedan repercutir en la percepción del cambio como algo cercano y accesible. Para ello, en la exposición se muestran nueve experiencias innovadoras de distintas partes del mundo que permiten entender cómo funciona el tejido urbano, especialmente sus redes sociales, y diseñar estrategias de futuro.
En este blog llevamos tiempo hablando de los síntomas de lo que algunos llaman el malestar urbano. Las ciudades son una contradicción en sí mismas y la nueva realidad social, como diría Bauman, ha acrecentado este conflicto y han extendido el resentimiento urbano, la mayor parte de las veces contenido y que de vez en cuando explota en forma de revueltas urbanas. La ciudad es un fenómeno complejo donde está la ciudad construida y la ciudad percibida, la ciudad verde y la ciudad gris, pero siempre el espacio donde se generan dinámicas creativas y nuevas soluciones para los problemas que ella misma genera. Pero es la ciudad en la que habitamos, y el espacio en el que habita ya la mayoría de la población mundial. Aunque lo haga en entornos suburbanos o en condiciones infra-urbanas.
Y en el futuro, el futuro que es ahora, adoptará formas diferentes, generará nuevos flujos y relaciones por el impacto de las nuevas tecnologías y el hardware social, pero no sólo las tecnologías más relacionadas con el mundo digital. Estoy convencido de que la forma en que entendemos la vivienda como espacio de habitación cambiará y, posiblemente, no sea tabú hablar, por ejemplo, de pisos de 35 metros cuadrados. Y la forma en la que nos desplazamos en la ciudad cambiará en pocos años, porque no sólo cambiará la tecnología que usaremos para movernos en vehículos motorizados (eléctrico, hidrógeno,...) porque las tecnologías también generan nuevos usos sociales y nuevas formas de relación. Y así con el resto de servicios que nos ofrecen las ciudades.
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