viernes, 9 de enero de 2009

Las ciudades perjudican seriamente la salud mental

El Boston Globe publicaba recientemente un artículo en que avisaba de las afecciones cerebrales derivadas de la vida en la ciudad. Por supuesto, la vida urbana tiene múltiples beneficios pero, ¿a cambio de qué? Eso es lo que se preguntaron diferentes neuro-científicos y psicólogos, buscando los efectos negativos de las ciudades y cómo afectan al organismo y a su sistema cerebral. Evidentemente, no es una preocupación novedosa ya que los estudios urbanos, casi desde el principio de los tiempos se han ocupado de los efectos negativos de las aglomeraciones urbanas e incluso la literatura (las perfectas descripciones del protocapitalismo más salvaje en el Manchester de la Revolución Industrial que magistralmente describió Dickens) y la ciencia política (las descripciones de las condiciones de vida de los obreros que hicieron Mar, Engels y otros, por ejemplo, tienen mucho de literatura urbana)

Estos estudios que el diario Boston Globe menciona han contrastado la capaciad limitada del cerebro humano para desenvolverse en un entorno urbano de multitudes y ruidos, que hacen que perdamos capacidad memorística, capacidad cognitiva y autocontrol, entre otros efectos:

Aafter spending a few minutes on a crowded city street, the brain is less able to hold things in memory, and suffers from reduced self-control. While it's long been recognized that city life is exhausting -- that's why Picasso left Paris -- this new research suggests that cities actually dull our thinking, sometimes dramatically so."The mind is a limited machine,"says Marc Berman, a psychologist at the University of Michigan and lead author of a new study that measured the cognitive deficits caused by a short urban walk. "And we're beginning to understand the different ways that a city can exceed those limitations."

Vivir en la ciudad, frente a la vida en marcos espaciales menos humanizados y más naturales, trae consigo unas cargas en salud mental que restan valor a los beneficios de la vida urbana. Más o menos, lo que planteaba Paul Virilio en la Ciudad Pánico, solo que este y otro, normalmente lo hacen desde el propio estudio urbano y la sociología. Este mismo estudio de investigadores de la Universidad de Michigan lo referencia hoy CORDIS:

The researchers proved their theory by sending study participants out on a walk on two different routes, a more urban route down main streets with loads of traffic and a more scenic one which also led through a botanical garden for part of the way. Testing later showed that the scenic route improved participants' short-term memory by 20%, while there were no improvements after walking down city streets. And that wasn't because the participants' brain functions had been slowed down by exhaust fumes. The explanation the researchers give is rather that busy city streets demand too much constant attention and focus, thus tiring the human brain and reducing memory and attention span. Nature, on the other hand, relaxes the mind.

La pregunta es: ¿en qué punto se equilibran las ventajas y los inconvenientes? ¿Hasta dónde somos capaces de soportar las perjuicios de la ciudad para poder beneficiarnos de ella? Obviamente, no todas las ciudades son iguales; no es lo mismo San Francisco que Bangkok. Y, por otro lado, es una cuestión de opción personal: siempre habrá personas que, a pesar del stress, el tráfico, la contaminación y la desigualdad reinantes en Bangkok se sientan atraídas por esta ciudad en lugar de por la monotonía de otras ciudades perfectamente diseñadas pero completamente aburridas y previsibles. Y siempre nos quedará al menos aprender algo de este tipo de estudios como el mencionado: el diseño de las ciudades importa, porque diseñarlas de una forma u otra tiene implicaciones sobre la salud psíquica personal y en conjunto, sobre la salud colectiva como sociedad.

Foto de Ivy Cole vía Flickr.

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10 comentarios :

  1. Yo creo que apuntas bien cuando dices que a las personas nos gustan ciudades distintas, aunque parece lógico pensar en ciertos elementos comunes. Quizá haya dos factores psicológicos que deberíamos tener en cuenta: la disonancia cognitiva y la percepción.
    Esta última supone siempre la aplicación de filtros: percibimos de diferente manera las cosas en función de que sintonicen con nuestra "forma previa" de ver las cosas. Así que somos capaces de asimilar algunas cosas mejor que otras.
    Respecto a la disonancia cognitiva, tiene que ver también en tanto que es el fenómeno que genera tensión interna al entrar en contradicción dos cogniciones incompatibles. Comento esto porque la ciudad es fuente de multitud de disonancias que pueden actuar en positivo o en negativo sobre nosotros. Si nos introducen mucha tensión, seguramente que nuestra capacidad queda limitada; si por contra introduce cantidades asimilables nos estimulará para resolverlas.
    En cualquier caso, es curioso como hay personas que son más de ciudad y otrás más de naturaleza (simplificando mucho, claro está). En parte son estilos de vida y tiene mucho de cultura, pero creo que también hay que tener en cuenta la estructura propia de personalidad de cada cual.
    Perdón por el ladrillo, Manu.

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  2. Desde mi total ignorancia a este respecto...¿ por qué no se fomenta entonces la vida en los pueblos ?? Creo que en Euskadi, sin ir más lejos, la vida en los pequeños pueblos tiene toda la ventajas de las grandes ciudadades al disponer de un buen sistema de comunicaciones

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  3. El debate me parece apasionante. Quizás yo intentaría no centrar el debate entre playa o monte e hincar el diente a que hace que un espacio contribuya al bienestar y viceversa. Yo hace tiempo que hago hincapié en la diferencia que existe entre los lugares que favorecen el encuentro y los que lo dificultan. Ese famoso anuncio que defiende los comercios de proximidad me parece un buen ejemplo. Plazas y lugares de esparcimiento pequeños y repartidos. Actividades, espacios y edificios que generen sentimiento de pertenencia. También sobre esto habría debate. Con los pros y los contras de las pequeñas comunidades; control social,... Debate interesante y limitado el espacio. Gracias

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  4. @Julen: introducen dos conceptos que en parte se me escapan, pero que indudablemente alimentan el post. Sobre todo, lo de la "disonancia cognitiva" me parece un buen marco mental para entender cómo las ciudades son capaces de lo mejor y lo peor (es como "Historia de dos ciudades", de Dickens, y su famosos..."Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos; era la edad de la sabiduría, era la edad de la locura; era la época de creer, era la época de la incredulidad; era la estación de la luz, era la estación de las tinieblas; era la primavera de la esperanza, era el invierno de la desesperanza." En el lado negativo, la salud mental; en el positivo, la creatividad sobre la que he escrito el último post.

    @Ioannes Xabier: es un tema complejo...las grandes ciudades frente a los pueblos, pero creo que incluso errçoneo plantearlo así. El propio artículo del boston Globe hablaba de las bondades de la vidad en la naturaleza...y en un tono demasiado bucólico. ¿Irnos todos a los pueblos? Sopelana, Munguia,...? Para acabar conviertiéndolos en brazos urbanos de la urbe madre (metro-polis).

    @gallas: sobre lo que comentas, estoy tan de acuerdo que incluyo una frase que me encanta. No la encuento literalmente pero decia algo así como que "La principal mercancía que se intercambia en una ciudad son conversaciones".

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  5. He estado buscando un articulo de opinión de hace unos meses en "el país" pero no lo he encontrado. Venía a decir que en una ciudad del norte de Europa habían decidido trasladar una partida económica importante del capitulo de policía a promocionar iniciativas ludicas en los barrios con la hipótesis(parece que acertada por los resultados)de que el disfrutar juntos contribuía a la cohesión,al conocimiento mutuo,luego restaba percepción de inseguridad y miedo a la diferencia. Para mi esta es una línea de trabajo muy interesante.

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  6. @gallas: lo que comentas es muy interesante; el ejemplo de Medellín, tan extremo y exagerado respecto a las condiciones de violencia, desigualdad y fragmentación social, sirve bien para lo que dices:

    http://www.plataformaurbana.cl/archive/2009/01/15/medellin-y-la-pedagogia-de-la-convivencia/

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  7. @gallas: referencio otro proyecto relacionado con lo que comentabas:

    http://www.laciudadviva.org/blogs/?p=375

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  8. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  9. http://www.laciudadviva.org/blogs/?p=454#more-454 El problema de las ciudades hoy es la perdida de su identidad y de su patrimonio sentimental. Por Jaime Lerner... Totalmente de acuerdo con la afirmación

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  10. @gallas: ayer ví también el post que referencias; el tular es llamativo porque impacta la fuerza con al que dice algo obvio: la necesidad de que la ciudad conserven su identidad porque las ciudades son historia y son el presente de su pasado. En el blog he escrito varias veces sobre el tema de la marca-ciudad o la ciudad como producto de consumo. Es un riesgo, no siempre evidente, de quereer jugar o jugar sin darse cuenta en la liga de la competencia urbana mundial.

    ah, y Jaime Lerner es un tipo altamente recomendable (aquí, por ejemplo, con su lema de "la solución no es el problema, es la solución": http://ciudadesaescalahumana.blogspot.com/2008/04/tedcom-inspired-talks-by-worlds.html)

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