El solucionismo tiene estas cosas, que nos presenta como novedades lo que ya está inventado pero no es suficientemente cool, que nos propone soluciones definitivas -tecnología mediante- a problemas que son irresolubles, al menos a través de determinaciones únicas, infalibles y mágicamente sencillas. Se alimenta de la ideología californiana, del optimismo irredento que desprende el silicio, de la petulancia ambiciosa de quien va en zapatillas arreglando el mundo.
También podemos acabar con el tráfico, el endemoniado tráfico, de una vez y para siempre, con una respuesta única. ¿Y si escondemos debajo de la tierra todo el tráfico? Magia: ojos que no ven, corazón que no siente. Es "sólo" cuestión de construir miles de kilómetros de túneles debajo de la superficie. ¡Cómo no se nos había ocurrido antes! Esto, espera, espera, ¿no se parece eso demasiado a un metro? Ya están los aguafiestas. Esto es diferente, serán vehículos autónomos y todo eso y así cada uno irá en su propio vehículo, nada de metros ni sistemas colectivos, ni públicos.
Nota: sí, hacía muuucho tiempo que no dejaba rastro en el blog, pero ppr aquí sigo :-)
Y así se adornan novedosos sistemas para dotarnos de modos de transporte colectivo, con diferentes paradas a través de unas rutas establecidas que aspiran a ser capilares a través de la multi-modalidad. Lo llamaremos Lyft Shuttle porque queda mucho mejor que autobuses públicos y porque, en realidad, lo que queremos es privatizar vía trampa colaborativa un servicio urbano esencial como el transporte público. Y así, de paso, generaremos sesgos, barreras y regulaciones privadas, para hacerlo más usable, más user-friendly. Porque el pesimismo sobre la ciudad nos dice que los sistemas públicos actuales son ineficientes, demasiado rígidos y disponibles para todo el mundo, y eso no puede ser.this is a bus. Lyft invented a bus. Lyft shuttle is a bus. pic.twitter.com/NTjXbqGdYT— Jules N. Binoculars (@surfbordt) 19 de junio de 2017
También podemos acabar con el tráfico, el endemoniado tráfico, de una vez y para siempre, con una respuesta única. ¿Y si escondemos debajo de la tierra todo el tráfico? Magia: ojos que no ven, corazón que no siente. Es "sólo" cuestión de construir miles de kilómetros de túneles debajo de la superficie. ¡Cómo no se nos había ocurrido antes! Esto, espera, espera, ¿no se parece eso demasiado a un metro? Ya están los aguafiestas. Esto es diferente, serán vehículos autónomos y todo eso y así cada uno irá en su propio vehículo, nada de metros ni sistemas colectivos, ni públicos.
Nota: sí, hacía muuucho tiempo que no dejaba rastro en el blog, pero ppr aquí sigo :-)
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