Brookings ha publicado recientemente la actualización y ampliación de su estudio Global Metro Monitor (PDF) para 2011, del que algo ya comenté hace un tiempo en el blog (Estudios sobre el impacto de la crisis en las ciudades a nivel mundial) en su edición anterior. Se trata de un trabajo eficaz que ayuda a entender algunas claves sobre cómo está afectando la actual coyuntura (bueno, creo que no es ni actual -¿cuántos años llevamos ya?- ni coyuntural) a las bases de las economías de las principales ciudades del mundo.
Además del documento, un gráfico interactivo permite "jugar" un poco con los datos incluidos en el informe y hacer comparativas sobre las 200 ciudades incluidas en la evaluación a partir del del PIB per cápita (ingresos) y los cambios de empleo en el período 2010 a 2011. Los grandes titulares del informe confirman, como no podía ser de otra manera, cosas que ya sabemos o intuimos sobre qué partes del mundo están soportando mejor esta crisis global. Así, un 90% de las principales economías metropolitanas que más crecen están fuera de Norteamérica y de Europa Occidental. Se acabaron los buenos tiempos de las capitales mundiales de los últimos siglos. El informe también detecta otro patrón que parece apuntar a que las grandes ciudades cuya estructura económica es más dependiente de las comodities o de los servicios financieros están consiguiendo recuperarse mejor de la crisis, frente a ciudades cuyo mix sectorial incluye componentes de servicios educativos, de salud o servicios gubernamentales, que están sufriendo más la crisis.
Es un buen trabajo de recopilación estadística y evaluación. Seguramente, podemos decir que, incluso a pesar de haber ampliado la base de información, sigue pareciendo un análisis excesivamente simple de la compleja realidad que es una economía urbana y más si estas economías son tan dispares. Pero es siempre el peaje a pagar para lograr que los datos puedan ser comparables y poder incluir tantas ciudades. También podemos poner encima de la mesa el ineludible problema de los límites de la ciudad. ¿Qué es una ciudad y qué criterio seguir a la hora de compararlas? ¿Sus límites administrativos exclusivamente? En el caso de las economías urbanas es evidente que es un límite estable y definido, pero que excluye muchas claves del comportamiento económico de las grandes ciudades, que a efectos de estructura económica funcionan como grandes aglomeraciones en las que, digamos, la economía de Madrid está integrada en la de Alcobendas. La estadística y la realidad funcional tienen una convivencia complicada y el factor metropolitano -el comportamiento real de las aglomeraciones urbanas- no siempre es fácil de captar en este tipo de estudios, sobre todo porque al trabajar con doscientas ciudades, la complejidad metodológica para conseguir los datos seguramente alteraría la posibilidad de comparación. En tercer lugar, también podríamos pensar que los datos que ofrece el informe esconden en su simplicidad otra complejidad, al no captar el dinamismo de los centros urbanos. Sobre todo en el caso de las ciudades con un espacio territorial dominado por el sprawl, el comportamiento de los centros, mucho más dinámicos que los suburbios industriales, puede quedar escondido en la agregación de toda la estructura de la ciudad. En último lugar, hay que tener en cuenta que los datos utilizados se refieren exclusivamente a ingresos en términos de PIB y a desempleo; sin duda, dos indicadores básicos para conocer la evolución económica, pero claramente no son suficientes para entenderla en su conjunto. Por eso, en definitiva, los datos hay que tomarlos, como siempre, con cierta cautela porque considerando otros indicadores las posiciones relativas de las ciudades podrían variar.
En cualquier caso, las tendencias indicadas en Global Metro Monitor parecen coherentes con la realidad percibida. La transformación de la jerarquía global de las ciudades, el largo trecho que falta para recuperar los niveles de empleo e ingresos previos a la crisis en casi todas las áreas geográficas, la importancia de la composición de la estructura sectorial para poder soportar mejor o peor los periodos de crisis, etc. Quizá tenga más interés explorar los comportamientos "anormales" de ciudades como Burdeos, Seattle, Nashville, que ofrecen indicadores contracíclicos respecto a sus países, y valorar, para nuestro entorno más cercano, el significado de las variaciones en Europa Occidental.
Para quien tenga más curiosidad, los perfiles de cada una de las ciudades están disponibles para explorar los datos. En el caso de España se han considerado Madrid, Sevilla, Barcelona y Valencia y no es sorprendente la primera imagen de comparación con el entorno. De hecho, las cuatro son parte de la lista de las diez grandes ciudades del mundo que peor están pasando la crisis.
Puedes ver una presentación del informe aquí:
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