lunes, 31 de mayo de 2010

Libro. La civilización empática


Pensemos por un momento que el abordaje israelí de la flota humanitaria sucedido ayer fuera sólo una pesadilla. Un mundo en el que no fuera posible. Entonces podríamos leer el libro La civilización empática. La carrera hacia una conciencia global en un mundo en crisis, de Jeremy Rifkin con algo menos de desazón. Pero sucede que estas cosas pasan, como muchas otras, y cuesta creer que la civilización realmente avance.
Y es que esa es la gran tesis del autor, que la civilización ha recorrido todos estos siglos avanzando gracias al avance del sentimiento empático, que es el que nos ha hecho evolucionar como sociedad para salir del yo individual y alcanzar un nosotros cada vez más amplio.

Rifkin se ha significado en las dos últimas décadas por ser uno de los visionarios de mayor proyección. De su obra, lo que más me ha interesado es La era del acceso, un libro en el que acertó a adelantarse a muchas cosas que hoy nos parecen cotidianas, sobre todo en lo que tiene que ver con los cambios en la distribución y acceso a los bienes culturales. Entonces ya imaginaba la emergencia de Spotify, por ejemplo. ¿Para qué comprar un producto tangible con forma redonda empaquetado en una caja cuando puedes comprar un servicio que te ofrezca el acceso a la música que quieras escuchar en cada momento? Eso lo supo ver con claridad; y, además, acertó plenamente, aunque se le escapó una variable fundamental: la economía de la gratuidad, que ha facilitado el acceso al consumo, pero ha puesto en crisis y transformado el modelo de negocio de  las industrias culturales. A mí aquel libro me interesó porque explicaba con claridad qué significa la era del acceso en la crisis de la sostenibilidad (el ejemplo de la empresa de moquetas, Interface Co., como una de las primeras empresas que entendió este cambio es paradigmático), aunque se equivocó en los tiempos. Seguimos queriendo comprar un coche, tenerlo, poseerlo, y la promesa del car pooling, el car sharing y otras formas de acceso al servicio de movilidad y accesibilidad (que es al final lo que se pretende moverse y llegar), sigue sin funcionar. Lo mismo le pasó con La economía del hidrógeno pero, en general, ha sabido leer algunos de los grandes cambios de las últimas décadas.
En La civilización empática, en cambio, su propuesta es más profunda y realiza un repaso con gran cantidad de referencias y datos históricos, desde la Antigüedad y la época romana hasta nuestros días, pasando por los diferentes  avances empáticos que vinieron con la revolución industrial, la economía moderna de mercado, el análisis existencialista y la llegada de la posmodernidad. Como señalaba Antoni Gutiérrez-Rubí, se trata de una reinterpretación de la historia de la civilización humana, para lo cual se adentra en terrenos relacionados con la investigación psicológica, pero también de la observación de diferentes cambios sociales. Cosas que hoy nos parecen normales no lo fueron en otro tiempo: el cuidado de la infancia, el valor de la autoestima, la construcción de la idea de individuo, la defensa de la libertad tal como la conocemos hoy, etc., son avances que no existieron en otro tiempo y han venido de la mano -a veces como causa, a veces como efecto- de los avances científico-tecnológicos que han posibilitado que entendamos de forma más compleja el sentido de la presencia humana en la Tierra, la revolución empática. La electrificación, la vida urbana, el petróleo, el teléfono o el automóvil supusieron no solo fenomenales cambios técnicos, sino que transformaron la relación de los seres humanos consigo mismos, con sus semejantes, con el tiempo y con el espacio, dando nuevas dimensiones a la experiencia humana en las que el autor trata de ver la presencia de una conciencia empática.
Y estos avances son los que nos han traído hasta hoy, donde las paradojas históricas de esta evolución se estarían manifestando en forma de agotamiento de los recursos naturales, la presión del desarrollo humano sobre los sistemas naturales que lo soportan, etc. Para resolver esta contradicción el autor intenta encontrar en la actualidad referentes para poder imaginar la emergencia del capitalismo distributivo, una forma evolucionada de empatía social generalizada. Esta parte -la tercera- posiblemente sea la que más puede interesar a quien esté sobre todo interesado en la realidad actual y recuerda en muchos pasajes a propuestas que Rifkin ya realizaba en La era del acceso. Así, revisa por ejemplo diferentes tendencias relacionadas con la promoción de las energías renovables a gran escala, una cuestión que nos acercaría a una conciencia empática con la naturaleza. De la misma forma, la informática "distributiva" nos podría estar acercando a un capitalismo distributivo que es el que ha dado lugar a la visibilización de comportamientos altruistas basados en la colaboración y a hacer posibles nuevas relaciones en red que rompen las jerarquías sociales tradicionales.
Pero como el día no está para grandes optimismos, baste recordar que fue en la Europa que caminó por la Ilustración y el Racionalismo la que engendró en su seno el horror del fascismo. Por lo que, me temo, ser cada vez más una Civilización Empática no nos evitará, ni nos evita, asistir al horror menos civilizado.

miércoles, 26 de mayo de 2010

El poder de una frontera


Una metrópolis binacional, a caballo entre dos países con una frontera amurallada. Al norte, El Paso (Texas-Estados Unidos) la ciudad se construye a base de reglas y operaciones urbanas medidas y estructuradas que dejan un territorio delimitado por las clásicas estructuras de la ciudad americana: un downtown que busca la altura del skyline, las zonas residenciales que buscan las alturas de los cerros, las zonas comerciales con sus grandes aparcamientos para coches, las infraestructuras de comunicación, las zonas destinadas a la universidad e, incluso, la zona militar. Un tratado de la perfecta ciudad suburbanizada, modelo discutible pero funcional al menos, que ayuda a generar un escenario de convivencia social.
Al sur, Ciudad Juárez (Chihuahua-México), la ciudad se hace a medias, es ciudad entre comillas, es ciudad en su nombre y en su espíritu pero es una ciudad con miles de viviendas vacías, con fraccionamientos instalados en el territorio sin un sentido claro, con desarrollo sin calidad ni estética ni rastro de la función de espacio público. Una ciudad extendida a lo largo del desierto, con desarrollos industriales bien definidos y urbanizados pero rodeados de colonias improvisadas con viviendas de bajísima calidad y en un ambiente de falta de respeto a la legalidad y de creciente inseguridad.

La ciudad del sur sirve a la del norte, se debe a ella, mira al norte y depende del norte. La ciudad al sur está hoy asfixiada por los convoyes militares, las ráfagas metálicas que dejan la costumbre de diez muertos al día y la corrupción sin límites extendida como gangrena social. Dicen que al sur, esta ciudad es hoy lo que siempre fue, nada más que eso.
Una ciudad partida en dos por una línea en el desierto, la línea más gruesa, firme y contundente que uno pueda imaginar. Una línea hecha por un río grande y bravo, aunque este fluya casi sin agua, una línea que se mide en las horas que se tarda en atravesarla, bien en coche, bien a pie, entre controles y visados que toda frontera exige. Aunque sea para pasar de un lado a otro de una misma ciudad.
Nada como este ejemplo para entender cómo una línea divisoria marcada en el terreno puede suponer tanto contraste. La ciudad más insegura del mundo, dicen, a un lado; una de las ciudades más seguras de Estados Unidos, al norte. Y las dos están interconectadas como una única ciudad, aunque esa línea divisoria quiera negarlo. Sus dos economías están entrelazadas y la vida industrial y comercial tiene lugar en ambos lados. Pero las cosas hoy no están como para sentirse de los dos lados y la realidad obliga a decidirse: o estás a este lado del río, o estás al otro y estar en un lado o en otro deja de ser una cuestión de preferencias.
Hay fronteras en el mundo que marcan grandes diferencias y que dejan claro que no son las condiciones geográficas lo trascendental en el desarrollo económico y social de un lugar, sino el modelo de institucionalización de la convivencia y el papel que han jugado y juegan los actores del sistema económico y social. Y es así como una misma ciudad, puede estar partida en dos, tener dos nombres, dos historias y dos presentes completamente contradictorios.
Imagen tomada del blog de Tom Díaz.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Antanas Mockus, ¿de líder urbano a presidente de Colombia?


Antanas Mockus (ex alcalde de Bogotá en los periodos 1995-1998 y 2001-2004) está muy bien situado para las presidenciales colombianas y lo hace además desde el Partido Verde. ¿Un presidente colombiano del Partido Verde? ¿Quién es Antanas Mockus?
Un personaje extraño, desde luego, extraño para los estándares europeos (son famosas sus apariciones vestido de superhéroe), esa clase de personaje extraño al que fácilmente le ponemos por aquí la etiqueta de populista. Sin embargo, es un líder político que se asemeja a otras personalidades que en América Latina han destacado por su visión y su trayectoria en la política urbana. Personajes como Sergio Fajardo (ex alcalde de Medellín 2004-2007), Jaime Lerner (ex alcalde de Curitiba en los periodos 1971-1975, 1979-1983 y 1989-1992) o Enrique Peñalosa (ex alcalde de Bogotá en 1997-2001). Todos ellos, nombres significados de algunas de las principales actuaciones más emblemáticas de los últimos años de intervención en ciudades latinoamericanas. La transformación de los barrios marginales de Bogotá mediante la extensión de centros cívicos y de atención ciudadana, la generalización de sistemas masivos de transporte público, la introducción de amplias zonas de uso exclusivamente peatonal, la creación de sistemas de transporte de bus rápido (como el caso de Transmilenio de Bogotá, basado a su vez en el modelo de Curitiba), los procesos de pedagogía social para acabar con los índices de inseguridad en las calles, para ahorrar agua entre la ciudadanía , la apertura a la presencia de la bicicleta en las calles, etc.

En las primarias del Partido Verde, de hecho, llegaron a presentarse Enrique Peñalosa y Antanas Mockus como contrincantes, saliendo vencedor y candidato este último, a quien se unió después en su candidatura como segundo Sergio Fajardo. En el programa de gobierno que defiende el Partido Verde de Colombia -firmado también por Peñalosa e incluso por otro ex alcalde de Bogotá y candidato también en las primarias, Luis Eduardo Garzón- para las presidenciales se puede entender un poco mejor su propuesta y la impronta que sus trayectorias en gestión urbana han dejado en él. Concretamente, en la línea de Ciudades Humanas podemos encontrar propuestas relacionadas con la reactivación del espacio urbano, la racionalización de los usos del suelo, la mejora de la seguridad en las calles, etc., pero incluso en el resto de propuestas hay un alto componente de propuestas muy vinculadas a los temas urbanos en materia de transporte, medio ambiente, atención a la ciudadanía, etc.
Todo esto parece casi una anormalidad; ya sabemos que el sistema de partidos fuera de Europa tiene otras claves diferentes que hacen que en muchos países la ascensión y caída de estos partidos sea constante porque dependen más de las caras que los representen en cada momento. También es anormal que un partido verde -sin entrar en el fondo de la cuestión sobre el movimiento político ecologista- pueda llegar a gobernar un país de la importancia de Colombia. Lo más curioso es la conjunción de fuerzas de líderes urbanos que son una referencia por haber introducido políticas valientes de mejora urbana en diferentes órdenes. El País lo titulaba hace unos días como el "tsunami verde" y El Mundo destaca de Mockus su uso de la pedagogía y los símbolos.
El 30 de mayo serán las elecciones; se espera que tenga que haber una segunda vuelta en junio porque ningún candidato alcanzará la mayoría absoluta. Si los resultados se consolidan, es posible que veamos a Antanas Mockus como presidente. Entonces, si llega el caso, es posible que se empiecen a mezclar las cosas, se centre la atención en qué relación mantendrá con Venezuela y Hugo Chávez, se destacará su carácter excéntrico y nos quedaremos con lo anecdótico. Pero más allá de eso, es bueno poner encima de la mesa los nombres de algunos alcaldes que han hecho apuestas valientes por mejorar sus ciudades.
En el vídeo puedes encontrar una entrevista con Antanas Mockus que he encontrado a través de Ciudad Posible, en la que se puede entender su visión, por ejemplo, sobre el espacio público. Merece la pena ver la entrevista y darse cuenta de que, más allá de su personalidad, estamos ante una persona que tiene un discurso social que es difícil encontrar en la mayoría de los líderes políticos.

lunes, 17 de mayo de 2010

Libro. El metro revisitado, de Marc Augé


Marc Augé publicó en 1982 El viajero subterráneo. Un etnólogo en el metro, un libro que en su momento supuso una importante aproximación al estudio de la experiencia urbana a través de la observación del metro de París. El autor es conocido entre otras cosas por acuñar por el término" no lugares", un concepto que ocupó algunas líneas en este blog hace un tiempo y que define los grandes espacios del anonimato de la sociedad posmoderna. Recientemente se ha publicado El metro revisitado. El viajero subterráneo veinte años después, librito en el que el autor vuelve a utilizar el metro para observar los cambios del mundo y encontrar en la fisonomía del metro parisino nuevas metáforas para entender los cambios de la sociedad de la sobremodernidad (término que prefiere frente al más extendido de posmodernidad).

El metro es un medio de transporte netamente urbano y, como tal, susceptible de construir en torno a él metáforas, simbologías y conceptualizaciones sobre la vida urbana (no es trivial que haya sido precisamente la representación de los mapas de metro una de las formas de cartografíar las redes sociales, los negocios o las tenologías). De ahí el interés de aquella primera obra y de la recientemente publicada. El metro son las personas que viajan en él, la música que sólo ellas escuchan, su velocidad, sus estaciones y trasbordos, sus anuncios comerciales, la monótona voz que anuncia las líneas y estaciones, el hecho de perder la referencia geográfica dentro de los túneles y descubrirse en otro lugar de la ciudad, la bibliografía cambiante de los libros que son leídos en el metro cada día, las llamadas a la generosidad de los viajeros de quienes se buscan la vida en los pasillos y vagones, su carácter de escenarios improvisados de artistas,...Características que hacen que el autor salve de caer en el concepto de no-lugar al metro, exactamente el metro de París que es el objeto de su estudio y en el que basa su experiencia como usuario habitual. En el libro se destacan algunos cambios que han hecho, por ejemplo, que en el metro de París hayan desparecido gran parte de los cantantes, músicos y artistas que antes era fácil ver en las estaciones y en los pasillos de conexión entre líneas, la desaparición de aquel fenómeno de la "prensa solidaria" -que en España también tuvo su auge hace unos años- sustituida por el fenómeno de los diarios gratuitos que asaltan al viajero a la entrada de las estaciones y rebosan las papeleras en las salidas, la utilización de las estaciones como espacios expositivos de arte contemporáneo, llegando este así a nuevos espacios de la ciudad-museo, la integración de las estaciones nuevas y las estaciones renovadas en los centros comerciales para que den entrada y salida directa al metro desde los nuevos espacios de consumo, su refinamiento estético como prueba de la mejora de la ciudad y como ahuyentador de inseguridad, la tecnificación de todo el sistema de venta y revisión de billetes y la consiguiente desaparición de determinados puestos de trabajo sustituidos ahora por la creciente seguridad privada, etc.

martes, 11 de mayo de 2010

El reto de las ciudades del futuro. Agenda 2030


Agenda Ciudadana 2030 de Ciencia e Innovación es una acción de divulgación social que se ha lanzado recientemente por el Ministerio de Ciencia e Innovación y la FECYT y que recoge 14 grandes retos a los que nos enfrentaremos en los próximos años y cómo algunas personalidades de diferentes disciplinas proponen enfrentarlos. Uno de ellos es el de Ciudades más cómodas, accesibles y ecológicas, presentado por Norman Foster, junto a otros relacionados con la unificación de las teorías de la física, el aprovechamiento de las TIC en la educación, los tratamientos médicos personalizados gracias a los avances de la genética o el almacenamiento más eficiente de la electricidad, entre otros.
Os dejo aquí los dos vídeos publicados con la presentación de Norman Foster y la importancia del tema:


He llegado al vídeo a través del Tumblr de jllinares.

lunes, 10 de mayo de 2010

Exposición Dreamlands. Del sueño urbano al parque temático


En el centro Pompidou de París se ha inaugurado una exposición titulada Dreamlands. Esta muestra trata de identificar de qué forma las ferias internacionales, las exposiciones universales y los parques de ocio han aumentado su influencia sobre la forma en que se concibe y diseña la ciudad. Desde una perspectiva eminentemente crítica, la exposición presenta trescientas obras (películas, documentos, arte moderno y contemporáneo, arquitectura) que exploran la relación entre las utopías urbanas y la configuración de modelos urbanos tematizados:
Dieciséis secciones te llevarán del Pavillon de Venus imaginado por Salvador Dali para la Feria internacional de New York de 1939 al Learning from Las Vegas de los arquitectos Robert Ventura y Dense Scout Brown y al Delirios New Cork de Rem Colas. A lo largo del recorrido el visitante comprenderá porque esos mundos paralelos de la sociedad del ocio donde todo esta permitido sobre todo las ideas mas locas, que han alimentado la imaginación de los proyectistas al punto de imponerse como las nuevas normas urbanas y sociales.
Frente a esos dreamlands, donde el pastiche, la copia, lo artificial deviene realidad, frente a ciudades delirantes como Las Vegas o Dubai donde las fronteras con la realidad han terminado totalmente borrosa, nuestra estética de la ciudad se ha modificado considerablemente. Una exposición que permite también de poner en primer plano los mas grandes artistas internacionales, todas disciplinas comprendidas (Martin Parr, Archigram, Pierre Huyghe, Lui Wei, Gaetano Pesce, Mircea Cantor, etc.)

He sabido de la esta exposición a través de Guillaume Fourmont, periodista de Público, que se puso en contacto conmigo (vía Domenico) para el reportaje Todos vivimos en un parque temático. En la conversación salieron temas que ya hemos ido tratando en este blog, en especial, las formas que toman diferentes asentamientos y entornos que aparentan parecer una ciudad y esconden detrás formas de organización que se alejan, por diferentes razones, de las características tradicionales de una ciudad: historia, conflicto, diversidad, espacio público compartido, etc. De Las Vegas a Dubai pasando por Seaside, Celebration o muchos otros ejemplos.
P.D. Impagable la traducción FR-ES (supongo que por algún sistema automático) de la presentación oficial, más arriba en cursiva. Imposible encontrar más errores, impagable leer Rem Colas :-)
Foto tomada de http://livingviajes.com.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Ciudades, sostenibilidad y metabolismo urbano


A principios de junio va a tener lugar un encuentro, Jornadas sobre Cambio Climático: Administración, ciudadanía y empresas. La responsabilidad compartida, en el que una de las mesas tendrá como título "Ciudades Sostenibles y Metabolismo Urbano" con el siguiente panel de intervinientes:
* Salvador Rueda. Director de la Agencia de Ecología Urbana de Barcelona.
* Javier Cenicacelaya. Catedrático de Arquitectura de la UPV/EHU.
* Gonzalo Echagüe. Presidente de la Fundación CONAMA.
* Jorge Ozcariz Salazar. Socio Consultoría y Medio Ambiente Vitoria, S.L. (COMAV).
Me pasaré por allí probablemente si las próximas semanas no se complican mucho. Alguna vez ya he planteado mis dudas sobre el impacto real de las políticas locales de sostenibilidad y específicamente de lucha contra el cambio climático, aunque debería expresarlas bajito porque hasta la premio Nobel, Elinor Ostrom, ha sostenido la importancia del nivel local para solucionar los problemas ambientales (que son, por otro parte, problemas o" tragedias de los bienes comunes", la especialidad de la profesora); sin duda, las ciudades tienen una gran incidencia en la capacidad de nuestra sociedad de tener un modelo de desarrollo más razonable en términos de sostenibilidad, precisamente porque es en ellas donde no estamos siendo capaces de desacoplar el crecimiento económico de las emisiones de carbono. Pero a veces me entra cierta duda sobre las dimensiones del problema y las conexiones con fuerzas motrices que se escapan completamente del control de los ayuntamientos, el escalón final y, en nuestro caso, el más débil de la cadena institucional. Por ello se hace difícil pensar que la revolución verde será local. Porque es el metabolismo urbano, la manera en que funcionan esos artefactos voraces llamados ciudades, el problema al que no conseguimos dar solución. Como aprendí, además, hace años leyendo a Salvador Rueda -mis primeras lecturas sobre metabolismo urbano, junto a Roberto Bermejo-, para que las ciudades funcionen necesitamos la entrada de toda una cantidad enorme de recursos (agua, energía, materiales,...) que hemos utilizado tradicionalmente sin cerrar el ciclo de esos recursos -para volverlos a reutilizar o reciclar, en su caso- y convirtiéndolos en residuos (en forma de residuos sólidos, de emisiones, etc.). El gran agujero es el cierre de los ciclos y la ley de la entropía pesa como una losa. Así es el metabolismo urbano:
To create sustainable cities, planners need to develop a clear understanding of how natural systems work. Cities everywhere need to be redesigned to become compatible with the natural world. The rich, modern cities of today have an essentially linear metabolism, whereas nature's own ecosystems have an essentially circular metabolism. Nature knows no waste, every output by an ecosystem contributes to the continuous renewal of the whole living environment of which it is a part: the web of life hangs together in a chain of mutual benefit. To become sustainable, cities have to mimic nature's circular metabolism, using and re-using resources efficiently and eliminating waste discharges not compatible with natural system
La cuestión es hacia dónde avanzar; ¿es Manhattan un modelo razonable (More Like Manhattan: Live Smaller. Live Closer. Drive Less)? ¿Estocolmo puede ser la referencia? ¿Nos quedamos solo con Hammarby Sjöstad? ¿Podemos fiarnos de la nueva promesa de las ecociudades de nueva construcción? ¿O asumimos que la ciudad ecológica todavía no se ha inventado? Cuando sepamos qué hacer con las pequeñas ciudades, pueblos y entornos urbanos de nuestro entorno, ¿habremos avanzado algo sabiendo que al menos 15 ciudades pasarán a formar parte en los próximos 15 años de la lista de las megaciudades más pobladas del planeta? Ciudades como Kinshasa,  Jakarta, Lagos o Shenzhen. Son dudas razonables, pero junto a ellas también hace falta que algunas ciudades marquen el camino del futuro. Y el concepto de metabolismo sigue siendo válido para entender las relaciones y los flujos de materiales en el sistema urbano.
Dejo un par de vídeos que abundan en alguno de estos temas:

Jan Gehl: Promising initatives on the sustainable city from Sustainable Cities™ on Vimeo.

Alex Steffen on Qualities of a sustainable city? from Sustainable Cities™ on Vimeo.

Libro. Urbanismo para náufragos


Algunos hacemos ruido en esto de los blogs. Yo el primero con tantos posts escritos a base de retazos e ideas a medias, sin una orinetación clara. Y luego están otros que hacen las cosas fáciles, escriben con claridad y es un placer leerlos. Aunque no anden enredados en redes sociales ni haciendo mucho ruido. Por supuesto, en este lado hay muchos a los que hoy no nombraré, pero sin duda, la mejor cita con el RSS para leer sobre la ciudad y, principalmente, las contradicciones de la vida en la ciudad actual es Urblog, la bitácora de Manuel Saravia.

Este blog está construido sobre una estructura muy particular, basada en temáticas que funcionan como tags que dan un hilo conductor a todo (territorios, náufragos, plaza,...) y con un orden planificado. Tan bien organizado y tan preciso que ha sido sencillo transformarlo en un libro, recientemente publicado por la Fundación César Manrique. El libro se titula Urbanismo para náufragos. Recomendaciones sobre planeamiento y diseño urbano y la contraportada lo presenta de forma inequívoca:
"Este libro es de urbanismo. Y concretamente de `urbanismo b´, en las antípodas del glamour, los medios y los intereses del urbanismo mediático. Se funda en la defensa de los derechos humanos. Ofrece algunas pautas para intervenir en las ciudades por medio del planeamiento y el diseño, de tal manera que mejore en ellas la condición de los náufragos, esas miles y miles de personas que han perdido sus asideros y luchan a contracorriente en nuestro mundo urbanizado".
El libro, además, empezó a gestarse ya en mayo de 2007, cuando la propia fundación organizó un taller titulado también Urbanismo para náufragos y estoy tardando en hacerme con un ejemplar. Y tú también :-)
Foto tomada de Urblog.
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