Ya he mencionado alguna vez la hipótesis de trabajar con el concepto de la larga cola de las ciudades, que no sé si es muy original ni práctico, pero que sugiero como opción para explorar vías alternativas de posicionamiento estratégico urbano más allá de la estrategia de marketing urbano basada exclusivamente en eventos. Por ahí están desperdigadas algunas reflexiones, que no repetiré. Ya hacen por mi esa labor el buscador o las etiquetas de este blog.
El ejemplo que siempre he mencionado como ciudad que ha apostado, de forma más o menos consciente, por situarse en el mundo con una especialización muy concreta, muy de nicho, para un público no mayoritario y muy segmentado es Hay-on-Way (Gales) y su famoso Hay Festival. El sábado 11 de julio El Correo publicaba en Territorios un reportaje La ruta de los libros, que acerca algo más de información sobre el movimiento internacional de ciudades y pueblos que han buscado en los libros su especialización.
Por un lado, para alguien como yo que sufre una mezcla de fetichismo y síndrome de Diógenes con los libros (¿cosas de ser hijo de profesores de Literatura?, ¿o será que hasta los 18 años mi dormitorio era la biblioteca de mi casa?), maravilla ver que son ya unas cuantas las ciudades en todo el mundo que se han unido como Asociación Internacional de Villas del Libro, siguiendo el ejemplo de la ciudad galesa y orientar a este tema. Bradevoort (Holanda), Redu (Bélgica), Sysmä (Finlandia), Tvedestrand (Noruega), Montereggio (Italia), Montolieu (Francia),….y Urueña (Valladolid), la primera villa del libro en España. Cuelgo un video de presentación:
Por otro lado, este caso es un buen ejemplo de cómo buscar en los márgenes del mercado global. Un mercado global, de turistas y empresas globalizadas con sus ejecutivos globalizados, que busca las ciudades que acojan todos estos tránsitos, visitas y flujos de personas con su dinero, sus inversiones y sus cuentas de gasto. Esos márgenes nos indican que más allá de ese enorme mercado, existen oportunidades para las ciudades que no quieran o no puedan jugar en esa competición tan desequilibrada. Esas oportunidades pasan por buscar especializaciones muy concretas en las que a nivel global existe un número limitado (pero suficientemente amplio) de personas buscando esa especialidad, la larga cola esa de la que sólo tengo referencias pero que probamos a ver si vale como concepto. En el caso del libro, además, el ejemplo nos da otras lecciones; en primer lugar, estas villas, pueblos y ciudades consiguen impulsar ciertas actividades relacionadas con el sector del libro en toda su cadena de valor, hasta la venta final al público, que quizá pueda ser lo más visible; en segundo lugar, consiguen atraer visitantes a través de una programación cultural en torno a esta industria que supone también un beneficio para sus propios habitantes en términos de mayor oferta cultural; en último lugar, algo evidente, se trata de una estrategia con un claro valor social.
Tenemos que explorar muchas más opciones de estas y conseguir que las ciudades puedan contar su propia historia. De mientras, se me ocurre de forma rápida rescatar tres posibilidades más, de diferente alcance, nivel y repercusión, pero por si ayuda a seguir explorando:
En fin, que hacer analogías siempre es arriesgado, porque a base de estirar conceptos, acabas por hacerlos inútiles. Así que, quien conozca más el concepto, que nos ayude a explorar si tiene sentido utilizarlo en términos de estrategia urbana.
El ejemplo que siempre he mencionado como ciudad que ha apostado, de forma más o menos consciente, por situarse en el mundo con una especialización muy concreta, muy de nicho, para un público no mayoritario y muy segmentado es Hay-on-Way (Gales) y su famoso Hay Festival. El sábado 11 de julio El Correo publicaba en Territorios un reportaje La ruta de los libros, que acerca algo más de información sobre el movimiento internacional de ciudades y pueblos que han buscado en los libros su especialización.
Por un lado, para alguien como yo que sufre una mezcla de fetichismo y síndrome de Diógenes con los libros (¿cosas de ser hijo de profesores de Literatura?, ¿o será que hasta los 18 años mi dormitorio era la biblioteca de mi casa?), maravilla ver que son ya unas cuantas las ciudades en todo el mundo que se han unido como Asociación Internacional de Villas del Libro, siguiendo el ejemplo de la ciudad galesa y orientar a este tema. Bradevoort (Holanda), Redu (Bélgica), Sysmä (Finlandia), Tvedestrand (Noruega), Montereggio (Italia), Montolieu (Francia),….y Urueña (Valladolid), la primera villa del libro en España. Cuelgo un video de presentación:
Por otro lado, este caso es un buen ejemplo de cómo buscar en los márgenes del mercado global. Un mercado global, de turistas y empresas globalizadas con sus ejecutivos globalizados, que busca las ciudades que acojan todos estos tránsitos, visitas y flujos de personas con su dinero, sus inversiones y sus cuentas de gasto. Esos márgenes nos indican que más allá de ese enorme mercado, existen oportunidades para las ciudades que no quieran o no puedan jugar en esa competición tan desequilibrada. Esas oportunidades pasan por buscar especializaciones muy concretas en las que a nivel global existe un número limitado (pero suficientemente amplio) de personas buscando esa especialidad, la larga cola esa de la que sólo tengo referencias pero que probamos a ver si vale como concepto. En el caso del libro, además, el ejemplo nos da otras lecciones; en primer lugar, estas villas, pueblos y ciudades consiguen impulsar ciertas actividades relacionadas con el sector del libro en toda su cadena de valor, hasta la venta final al público, que quizá pueda ser lo más visible; en segundo lugar, consiguen atraer visitantes a través de una programación cultural en torno a esta industria que supone también un beneficio para sus propios habitantes en términos de mayor oferta cultural; en último lugar, algo evidente, se trata de una estrategia con un claro valor social.
Tenemos que explorar muchas más opciones de estas y conseguir que las ciudades puedan contar su propia historia. De mientras, se me ocurre de forma rápida rescatar tres posibilidades más, de diferente alcance, nivel y repercusión, pero por si ayuda a seguir explorando:
- El movimiento de slow cities.
- El proyectoall age city.
- El sello de destino turístico familiar.
En fin, que hacer analogías siempre es arriesgado, porque a base de estirar conceptos, acabas por hacerlos inútiles. Así que, quien conozca más el concepto, que nos ayude a explorar si tiene sentido utilizarlo en términos de estrategia urbana.
Interesante este posicionamiento de las ciudades en "nichos del mercado".
ResponderEliminarNo obstante esto sólo sirve para pequeñas ciudades y, además, transmites una orientación basada en un sólo objetivo, si este objetivo 'caduca' o no atrae visitantes (o simplemente no responde a las expectativas generadas) será difícil reorientarlo.
Por otro lado, genera una imagen de marca de calidad, ello implica un turismo de calidad, que es lo que los expertos siempre dicen que es lo que hay que hacer.
Con lo que puede ser una buena estrategia para las ciudades pequeñas...
Por cierto, el sello de turismo familiar está funcionando muy bién en pueblos como Santa Susanna, en otros todavía les queda mucho camino...
@MarcG: estoy de acuerdo y además es bueno que lo menciones; efectivamente, estoy pensando en ciudades pequeñas o medianas, que creo que ya es hora de hablar de ellas, que son las más interesante pero a feurza de criticar las escalas deshumanizadas, en este blog estamos hablando más de las grandes ciudades de la liga mundial que las ciudades de este tipo.
ResponderEliminarAsumo, además, que el argumento por sí mismo no es suficiente y se agota en sí mismo porque tampoco se puede basar una estraegia de desarrollo local en un sólo elemento. Es uy débil, poco resiliente diríamos, poco robusta. Pero por ahora nos puede valer para encontrar, digámoslo así, PEQUEÑOS TESOROS para minorías globales.
Gracias y un saludo,
@Manu,
ResponderEliminarEs cierto que es un modelo débil... pero también es cierto que las pequeñas ciudades no pueden tener un multi-posicionamiento.
En esta liga global deben dar un único mensaje (a menudo esto es un tema gastronómico, turístico o industrial, aquí en Catalunya se conoce el pueblo de La Sènia por ser un referente en muebles).
Interesantísimo el concepto de "larga cola", y cómo la era digital está modificando los modelos estadísticos del comportamiento mercado. Y además, bastante alentador también, ¿no crees?
ResponderEliminarGracias de nuevo por proporcionar otro descubrimiento revelador. Salu2, AM
PS/ Sigo sin encontrar la opción "Suscribirse a: Enviar comentarios (Atom)" que casi todo el mundo al pie de cada post en blogger, y que es francamente útil". ¿La pusiste al final? Gracias ;D AM
A raíz de que Marc mencione Santa Susanna (donde hay un festival Shakespeare al final del verano), se me empiezan a ocurrir otros ejemplos españoles como... "Festival de teatro clásico en Almagro, Ciudad Real". Abrazos. AM
ResponderEliminar@Andrés: ahora tenemos que encontrar más ejemplos de ciudades de tamaño medio y pequeño que hayan "elegido su propia aventura". Seguirmeos investigando.
ResponderEliminarah, y por cierto, ahora sí, creo que por fin he consegudio poner en el blog lo que buscabas. Mira en la barra lateral, arriba, el apartado de suscribirse a los comentarios.
Manu: encontrado y suscrito, ¡Gracias! AM
ResponderEliminarmueblescarton.es
ResponderEliminarUna opción innovadora para amueblar casas en venta es utilizar muebles de cartón. Esta solución temporal es económica, sostenible y permite a los compradores visualizar el potencial del espacio.