¿Hiperterritorio? Ni idea cómo enfocarlo, la verdad, ni sé muy bien qué podría decir en la sesión. Y además, la agenda me dice que imposible estar para decir nada. Mejor posiblemente, sólo diría tonterías. Las tonterías que escribo en este blog, pero escribir siempre me es más fácil que hablar. Pero desde entonces, desde que tuve que decir que no a participar en la sesión, he tratado de encontrar conexiones en los proyectos en los que estoy implicado y en las cosas que voy leyendo con ese agujero negro que es el hiperterritorio.
Primera escala de conexiones improbables: hiperterritorio y territoriantes. Leyendo Urbanalización, de Francesc Muñoz, me encuentro con el concepto de territoriante y quizá sea una dimensión del hiperterritorio.
Nota al margen. El territoriante como usuario temporal de la ciudad, un habitante a tiempo parcial, un usuario a tiempo parcial de pedazos de ciudad, de pedazos de ciudad. Usuario del lugar físico en el que tiene su hogar, el lugar físico donde trabaja, los lugares físicos por los que se desplaza camino del trabajo, el lugar físico donde transcurre su tiempo de ocio,…Fragmentos de vida en ciudades fragmentadas funcionalmente, fragmentos de vida habitada en diferentes espacios urbanos de los que es usuario transitorio. Todo ello, en metrópolis de tercera generación, donde se van ampliando las poblaciones flotantes de personas que hacen usos intensivos transitorios de partes concretas de la ciudad.
Viajando en la nave de la posmodernidad, nos encontramos con no lugares convertidos en lugares (el cajero automático, lugar nacido para la pura función comercial y transformado en lugar habitado por el mendigo que lo utiliza como refugio y hogar) y con lugares convertidos en no lugares (cualquier centro histórico convertido en souvenir y experiencia turística).
Fragmentos de ciudad que hacen del territorio una experiencia subjetiva; mi ciudad es el territorio que utilizo: una parte concreta de Getxo, unas zonas concretas de Bilbao, la carretera de la ría,…de forma habitual. Otros espacios de forma más esporádica, algunos tan sólo para vacaciones. Vidas estructuradas en un territorio subjetivamente desestructurado.
Conclusión: el hiperterritorio como subjetividad, como capa sobre la que vivimos, como puzzle personal.
Vías abiertas de exploración: ¿importa tanto el territorio físico, la localización? ¿Le añadimos a esa subjetividad la experiencia virtual, el espacio virtual? ¿Soy habitante de otros espacios de conexión virtual?
Lecturas pendientes:
Imagen vía pAiXAuM.
Primera escala de conexiones improbables: hiperterritorio y territoriantes. Leyendo Urbanalización, de Francesc Muñoz, me encuentro con el concepto de territoriante y quizá sea una dimensión del hiperterritorio.
Nota al margen. El territoriante como usuario temporal de la ciudad, un habitante a tiempo parcial, un usuario a tiempo parcial de pedazos de ciudad, de pedazos de ciudad. Usuario del lugar físico en el que tiene su hogar, el lugar físico donde trabaja, los lugares físicos por los que se desplaza camino del trabajo, el lugar físico donde transcurre su tiempo de ocio,…Fragmentos de vida en ciudades fragmentadas funcionalmente, fragmentos de vida habitada en diferentes espacios urbanos de los que es usuario transitorio. Todo ello, en metrópolis de tercera generación, donde se van ampliando las poblaciones flotantes de personas que hacen usos intensivos transitorios de partes concretas de la ciudad.
Viajando en la nave de la posmodernidad, nos encontramos con no lugares convertidos en lugares (el cajero automático, lugar nacido para la pura función comercial y transformado en lugar habitado por el mendigo que lo utiliza como refugio y hogar) y con lugares convertidos en no lugares (cualquier centro histórico convertido en souvenir y experiencia turística).
Fragmentos de ciudad que hacen del territorio una experiencia subjetiva; mi ciudad es el territorio que utilizo: una parte concreta de Getxo, unas zonas concretas de Bilbao, la carretera de la ría,…de forma habitual. Otros espacios de forma más esporádica, algunos tan sólo para vacaciones. Vidas estructuradas en un territorio subjetivamente desestructurado.
Conclusión: el hiperterritorio como subjetividad, como capa sobre la que vivimos, como puzzle personal.
Vías abiertas de exploración: ¿importa tanto el territorio físico, la localización? ¿Le añadimos a esa subjetividad la experiencia virtual, el espacio virtual? ¿Soy habitante de otros espacios de conexión virtual?
Lecturas pendientes:
- Experimental geography reading list
- HICAT. Proyecto de investigación. A ver si me llega el libro que me han prometido desde ACTAR y puedo leerlo.
Imagen vía pAiXAuM.
Muchas gracias Manu!
ResponderEliminarEspero que tengamos otra ocasión para conocernos.
Por aquí te seguimos leyendo.
Buff, abres puertas, muchas puertas a seguir escribiendo. Me alegro.
ResponderEliminar@alaitz: queda pendiente conocernos, y queda pendiente que siga explorando otras cosas alrededor del hiperterritorio.
ResponderEliminar@Julen: abro demasiadas puertas y no cierro ninguna ;-)